Lo sé, lo sé. Preparar una boda no es tarea baladí. Pero, en realidad, lo pasas tan bien ese día que, créeme, no te va a importar el trabajo previo que tiene la organización de la misma. ¡Merece la pena! Además, te casas con la persona que más quieres. Esa con la que deseas compartir tu vida y quieres pregonarlo a los 4 vientos. Por eso organizas una fiesta, ¿verdad?
Una fiesta que puede ser todo lo sencilla o complicada que tú desees, pero que, para que todo el mundo disfrute, tiene que tener unos mínimos. Y esos mínimos han de estar presentes en todas las etapas de la boda, es decir, organización de la boda, boda y postboda.
Hoy quiero hablarte del último punto. Son muchas las parejas que descuidan este punto, porque entienden que una vez pasada la ceremonia y la comida, cada cual puede organizarse como quieren. Y sí, es cierto. Lo puedes ver así, pero…¿qué es lo que más te apetece ese día realmente? Pasar el máximo tiempo posible con la gente que quieres, ¿verdad? ¡Pues dales la oportunidad y las ganas de hacerlo!
Está claro que la gente que te quiere se va a quedar contigo. Pero piensa que una boda es un evento muy largo, especialmente si empieza por la mañana y más aún para las chicas, ya que la mayoría de ellas empiezan a prepararse desde muy temprano, sea la boda de día o de noche. Así que si les das un incentivo más para aguantar toda la noche, mejor que mejor.
5 básicos imprescindibles en una post boda
- Comida y bebidas: es verdad que en una boda siempre se come mucho, pero con el paso de las horas, todo el mundo está deseando picar algo. Parece increíble, pero seguro que tú misma lo has experimentado. Así que si por ejemplo la boda es de día, a eso de las 10 o las 11 de la noche, vendrán genial unos bocaditos fríos, embutido o incluso pequeños vasos de gazpacho guacamole con nachos, porciones de pizza…todo depende de cómo lo quieras organizar. Fruta fresca también tiene muy buena acogida. En este sentido y aunque no se puede considerar comida como tal, a la gente le encantan las chuches e, incluso, el que está a régimen, ese día pica. ¡Dales un poco de azúcar para que sigan bailando sin parar! Y, por supuesto, que no falten las bebidas. Ya sea a base de barra libre o pagando. Los cócteles también tienen gran acogida, pero todo depende del presupuesto que tengas.
- Música: para todas las edades y de diferentes gustos. Puede que a tu pareja y a ti os guste sólo un estilo de música, pero piensa que todo el mundo tiene que disfrutar. Hay clásicos que nunca fallan y que, en una boda, a todo el mundo le gusta bailar.
- Fotomatón: porque además de las fotos oficiales, también está genial tener fotos divertidas. Puedes alquilar uno (ya sabes que en La Cabina Gris te damos diferentes opciones) o si lo prefieres, puedes hacerte uno casero. Eso sí, que nunca falten elementos para el atrezzo: boas, gorros temáticos, gafas, pajaritas, nubes con frases, pelucas, narices de payaso y todo lo que se te ocurra.
- Detalles post boda: una cosa es el detalle de boda que darás después de la comida. Eso es algo que la gente guardará o utilizará, dependiendo de lo que elijas. Sin embargo, durante el baile, a la gente le encantan las pulseras de luces, los collares hawaianos o disfraces.
- Servicio de guardería: porque en una boda es raro que falten niños y especialmente, según la edad que tengas, puede que tus propias amigas sean madres y no hayan querido separarse de sus hijos. Muchos restaurantes cuentan con servicio de guardería. Pero si el tuyo no lo tiene, ¿qué te parece contratar el servicio de 2 o 3 monitoras que cuiden y jueguen con los niños. Incluso, puedes llevar colchonetas hinchables y que los niños duerman mientras sus padres bailan. Si esto último te parece un engorro, al menos, con las monitoras los padres podrán disfrutar de un rato de «libertad» y te lo agradecerán enormemente.