Por más que pasen los años y se innove en las bodas, hay cosas que siempre están presentes: el vestido de la novia, la tarta de los novios, los padrinos (incluso en las bodas civiles, aunque sean una figura simbólica) o los regalos. Precisamente, el tema de los regalos es lo que más ha cambiado.
Antes, se solían dar objetos para ayudar a los recién casados a decorar o a amueblar su casa; incluso a completar el ajuar que ya, la propia familia más cercana (madre y abuelas, principalmente). Ahora, esos regalos se han convertido en dinero, ya que la mayoría de las parejas (por no decir todas) viven juntos mucho antes de casarse y lo que menos necesitan es ese tipo de objetos.
El dinero les viene genial para poder sufragar los gastos de la fiesta que han organizado o para pagar parte del viaje de novios, si bien es cierto que no son pocas las parejas que donan el dinero que sus invitados les entregan a organizaciones sin ánimo de lucro, las cuales, a cambio de ese dinero, tienen preparadas pulseras u otros recordatorios a modo de agradecimiento.
Por esta razón, porque si estás invitado a una boda te va a tocar soltar dinero (no es que estés obligado, pero…no ibas a quedar muy bien si no lo haces), hoy hemos querido dedicar este post a darte ideas originales para que puedas entregar ese dinero a tus amigos o familiares, sin necesidad de tener que hacer un ingreso en cuenta o dar un sobre, más que sospechoso…¡ja, ja, ja!
- Macarrones: la pasta es algo que le gusta a todo el mundo (o a casi todos), así que…¿qué te parece entregar «la pasta» dentro de la pasta? Coge macarrones alargados y anchos, en los que quepan billetes de 5 euros y rellena los que haga falta hasta completar la cantidad que quieres dar a tus amigos. ¡Nunca comer pasta les habrá sabido tan «rico»!
- Corazones en caja: porque una boda es la fiesta del amor por excelencia, no pueden faltar los corazones. Así que…¿qué te parece si esos corazones los haces de papel, pero papel de billetes? Si eres muy habilidoso con las manualidades, también pueden ser grullas que representan los buenos augurios y el amor, pero con sencillos corazones bastará. Mételos en alguna caja chula (si encuentras una de corazón, mejor que mejor) y combínalos con corazones de gominola, de esos de toda la vida rojos y naranjas.
- Bombones que valen su peso en oro: porque sí, hay bombones que valen millones o cuanto menos, algunos cuantos euros. Esta idea es muy sencilla, pero divertida. Sólo tienes que coger una caja de bombones (puede estar vacía, no te preocupes) y comprar (o utilizar) los papeles que suelen envolver esos bombones. En esos papeles, en lugar de bombones, haz bolitas con los billetes. ¡Voilà! Ya tienes una idea rápida y divertida.
- Huevos sorpresa: esta idea no es tan sencilla como la anterior, pero te invito a probarla. Sólo tienes que coger una huevera, plastilina y preparar huevos huecos de plastilina, en los que poder meter el dinero que quieras regalar a los novios.
Y, lo más importante, ¡disfruta mientras lo prepararas!