Es el eterno dilema de celebrar un enlace matrimonial. Vamos a intentar ayudarte a solucionarlo porque tanto el día como la noche tienen diferentes protocolos que hay que seguir para que la ceremonia y la fiesta posterior sean todo un éxito.

El requisito más importante que hay que tener en cuenta, ya sea la boda durante el día o por la noche, es ser fiel al estilo y a los gustos de uno mismo. Hay que sentirse cómoda o cómodo con la ropa que nos vamos a poner, hay que identificarse con ella y, sobre todo, hay que llevar una indumentaria cómoda. De otra manera podría parecer que llevamos un disfraz que no nos permitirá ser nosotros mismos. La sencillez es otra de las claves del estilo, ya lo dijo la gran diseñadora Coco Chanel: “La simplicidad es la clave de la verdadera elegancia”. Y aquí, como en todo, siempre hay que seguir una máxima: guiarse por el sentido común.

Ceremonia diurna: vestido o falda hasta la rodilla

El protocolo femenino marca que, si el enlace es durante el día, lo más correcto es que el vestido o la falda sean cortos ¡ojo, nada de minifaldas! La medida la marcará la rodilla, bien justo por debajo de la misma o, dos centímetros, no más, por encima de la misma. Puede ser vestido o traje chaqueta con falda. Importante: los escotes siempre deben ser discretos (es una de las claves de la elegancia) y la espalda debe de ir cubierta, ya sea con telas opacas o con transparencias no demasiado traslúcidas.

Por lo que se refiere a los colores, hay que elegir el que más favorezca a la piel de cada persona. Por mucho que nos guste un traje o un vestido, si el color no nos sienta bien, debemos descartarlo. Además, una boda de día admite mucho colorido en las telas siempre que esté bien combinado con los complementos (calzado, bolso, tocado, joyas). Prohibido en cualquier caso el vestido de color blanco si es el color elegido para el vestido de novia.

Si la opción elegida es un pantalón, éste ha de ser un traje chaqueta o bien un mono que, con los complementos adecuados sirven tanto para las bodas de día como las de noche.

En el apartado de los accesorios en la cabeza, en las bodas de día el protocolo marca que se pueden llevar sombreros, pamelas, peinetas o tocados; pero piénsatelo muy bien porque deberás llevarlo durante toda la boda (ceremonia y banquete).

La pamela, si se elige este complemento, se lleva con vestido por debajo de la rodilla y a juego con unos guantes. Algunos expertos en protocolo ponen incluso horario a la hora de llevar este tipo de gorro: se puede llevar pamela sólo hasta las seis de la tarde. El tocado, por el contrario, se puede llevar hasta la hora que se quiera. Éste no debe ser muy ostentoso por el día ya que el tocado de gran tamaño se utiliza más para la boda de noche. En cuanto a su colocación en la cabeza se debe poner a la derecha para que, en el caso de ir acompañadas, no estorbe a nuestra pareja que, como marca el protocolo, debe ir a la izquierda de la chica.

Calzado de piel y bolso pequeño

El calzado, tanto para día como para la noche ha de ser de piel, tacones finos (descarta por completo las plataformas) y con un tacón de altura media e incluso, si se quiere, puede ser un elegante calzado plano. Aquí, de nuevo, se apela al sentido común: no hay que llevar unos tacones de 10 centímetros o más si jamás hemos andado con ellos, ante todo hay que buscar la comodidad porque habrá que pasar muchas horas (sobre todo si la boda es durante el día) con el calzado que elijamos.

El color de los zapatos mejor si contrasta con el color del vestido, eso sí, han de ir a juego con el bolso. En el caso de las bodas de día los bolsos deben ser pequeños y discretos (las lentejuelas, pedrerías o los grandes adornos los dejaremos para la noche).

Se han citado anteriormente los guantes para llevar siempre que se lleve pamela. Pues bien, actualmente son un complemento muy de moda en las bodas. Esta prenda también tiene su protocolo: si el vestido es de media manga, el guante debe llegar hasta el codo; si el vestido es de manga corta, los guantes deben también de ser cortos (cubrir sólo la mano hasta la muñeca); y, si el vestido es sin mangas, los guantes deberán subir por encima del codo.

El maquillaje en la boda de día ha de ser sencillo y natural. Y, por cierto, las gafas de sol están prohibidas según las normas del protocolo para bodas.

Los hombres deben elegir un traje chaqueta y una corbata (que no sea de color negro). Las pajaritas quedan reservadas para la noche. Los caballeros han de recordar que el protocolo exige no quitarse la chaqueta del traje durante todo el banquete.

De noche: vestido largo, pedrería y tacón alto

Para una ceremonia de tarde-noche, el protocolo femenino establece que hay que llevar vestido largo, o vestido tipo ‘cóctel’, es decir, una prenda elegante siempre a la altura de la rodilla o por debajo de la misma. La tela de un vestido de boda para la noche tiene que ser de raso, terciopelo, seda o encaje y, tampoco están de más, las lentejuelas, brillos o pedrería. Por lo que se refiere al escote, al contrario que en las bodas de día, aquí el protocolo permite algo más de escote (sin exagerar) y la espalda puede quedar al descubierto. A tener en cuenta si la boda se celebra en un recinto religioso: en ese caso hay que cubrirse con un chal el escote y la espalda.

Por otra parte, si se opta por la falda o el pantalón, se ha de llevar en la parte superior algo de pedrería o bordado. Respecto a los colores, se mantendrá la norma citada para la boda de día, siempre que no sea blanco y, evitando el color negro íntegro en la medida de lo posible.

En el pelo se puede optar por un tocado nunca una pamela que está reservada, como se ha citado anteriormente, para las ceremonias diurnas. El calzado para esta ocasión puede ser con más tacón que en la boda de día y nunca con plataformas.

Después de todo lo citado ya sólo queda pasárselo bien y ¡ojo! No te olvides de que este momento único quede inmortalizado con uno de nuestros fotomatones. Ya que el protocolo desaconseja el uso de móviles para hacer fotos en una boda, realiza las fotos de manera divertida y muy original.